Carlos Herrera:Artista de la imagen

Uno de los deberes imprescindibles de estos tiempos, donde la  inmediatez, los relativismos y pos verdades se empeñan en versionar la realidad, es no perder la veracidad de los hechos, y rescatar para la memoria colectiva la vida y obra de quienes con su hacer,  han dado forma a la historia común que nos abarca.   Pasa particularmente con artistas excepcionales que no se ocuparon en vida de la difusión de su arte – o su persona- porque no era el estilo de la época, o porque así lo quisieron, pero cuyo legado es imprescindible rescatar.

Es el caso del Carlos Herrera.

Nacido en Caracas en 1909, ya desde sus 12 años comienza a sentir curiosidad por la fotografía, al leer sobre los efectos de la luz. En 1923 fallece su padre y se emplea en el telégrafo; obtiene su primera cámara fotográfica y se muda con su familia a Estados Unidos.

En 1926 comienza estudios de agricultura en la National Farm School de Pennsylvania, allí funda un foto club de estudiantes. Al año deja los estudios de agricultura y  comienza a trabajar en la Wyanoak Publishing Company, donde realiza clichés de fotografías  y afiches, como el que crea para la película The Jazz Singer. Gana experiencia en diversos trabajos de laboratorio y  fotografía publicitaria para otras empresas. De manera independiente se dedica a fotografiar antigüedades y pinturas, de este ejercicio creativo ira naciendo lo que el mismo llamó fotografía pictórica, caracterizada por la construcción de imágenes muy estéticas de la naturaleza, transformadas por su visión artística y el uso de una técnica esmerada, tanto en la toma de la imagen, como posteriormente en el laboratorio,  a través del visor y un estudio de la composición.

Afectado por la onda expansiva de la recesión económica de 1929, su trabajo creativo se ve mermado en Estados Unidos. En 1933 regresa a Caracas y llega a Venezuela portando dos novedosas herramientas de trabajo,  no conocidas en el país: bombillos de flash y películas pancromáticas. Su experiencia, técnica y prestigio le brindan la oportunidad de trabajar como retratista. Por su lente pasan, entre otros, Vicente Emilio Sojo, Eleazar López Contreras y Armando Reverón, a quien retrata en su taller y morada, Castillete. Sus retratos revelan un interés por investigar la psicología del personaje y, aunque parecen posados, los rostros no son retocados ni corregidos

Gracias a sus estudios de aerofotografía con Erberhard Bühnen (1936), empieza a trabajar en Cartografía Nacional (1939), donde realiza levantamientos aerofotográficos de varios estados de Venezuela, así como el Lago de Maracaibo, el río Ventuari, el río Orinoco y  Faja Petrolífera del Orinoco.

Con Bühnen colabora  además en la elaboración de manuales técnicos para los trabajos de laboratorios fotográficos (1940) y para vuelos aerofotogramétricos (1941), que serán los primeros libros de aerofotografía, y posiblemente  de fotografía, publicados en el país. En 1950 se retira de Cartografía Nacional y junto al laboratorista Luis Contreras  construye en su casa un laboratorio, donde desarrolla una técnica para el foto mosaico, en la que las uniones y cambios de iluminación de los diferentes negativos no eran notorias. Esta técnica será de gran importancia en su trabajo posterior.

Amigo de Manuel Cabré y de varios pintores del Círculo de Bellas Artes, Herrera comienza a partir de 1952 un trabajo de experimentación con el paisaje, explorando lugares especiales, como el Ávila, desde los más diversos ángulos, atendiendo a las  modificaciones de  la luz y la perspectiva, con un sentido de la espacialidad totalmente pictóricos.

“El Círculo de Bellas Artes lo conforman artistas que, como Herrera, tienen una visión poética de la naturaleza y el paisaje. Una visión que no solamente puede interpretarse como una mirada penetrante y virtuosismo en el arte de la pintura, o de la fotografía, para trasladar el objeto de la mirada al soporte de una obra de arte, sino en el sentido de que logran hacer partícipe al espectador de una experiencia poética”. María Helena Huizi, Carlos Herrera en el imaginario del Arte Venezolano.

Su estilo personal como un fotógrafo pictorialista lo acercaba a la pintura y a la fotografía pura, no como la corriente del Pictoralismo del siglo XIX, sino,  según el mismo decía,  en el carácter de obra de arte,  más que de testimonio o documento.

Cuando Herrera decía pictórico bien ha podido decir artístico Herrera inicia en Venezuela, junto a Alfredo Boulton y Ricardo Razetti, la fotografía de autor”. Josune Dorrosoro.

A partir de 1958 comienza su faceta de docente, primero en la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas, donde atendía las clases de fotografía artística, luego en la recién creada Facultad de Ciencias de la UCV, en el Laboratorio de Fotografía Técnica. En al UCV se dedicará a la microfotografía, donde aplica su técnica de foto mosaico.

“En el año de 1959 a sus 50 años de edad, con una importante trayectoria artística y sólida formación como fotógrafo profesional, es invitado por el Dr. Manuel Bemporad, Director de la Escuela de Física de la recién creada Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela, a crear un laboratorio de servicio fotográfico. Acepta con la condición de ingresar junto a su amigo y laboratorista el Sr. Luis Contreras y la de crear una asignatura de fotografía dentro del pensum de estudios en la Facultad de Ciencias. Es incorporado como profesor Asociado. Se convierte entonces en un importante precursor de la Fotografía Científica y de los estudios formales de la técnica fotográfica aplicada a la ciencia… Su fotografía en cierto modo pasa a ser anónima. Su nombre aparece en los agradecimientos de miles de trabajos de investigación de profesores y estudiantes en sus 20 años de permanencia en la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela”. Carlos Ayesta, Carlos Herrera, el maestro.

“Carlos Herrera llamaba a sus imágenes “fotografías pictóricas”. Hoy día podríamos cambiar esa definición por “fotografías de autor”, porque así como el lenguaje de las imágenes ha variado, han cambiado las palabras y los enunciados. Cuando Herrera se refería a “pictóricas” hablaba no solo de la forma de abordar temas y recrear atributos de la pintura, también con esa definición se alejaba del ámbito comercial, es decir, aclaraba que no eran fotos de encargo o trabajos remunerados, sino que nacían del deseo de hacerlas”. Ángela Bonadies, Carlos herrera, tan lejos, tan cerca.

Nuestra aproximación a Carlos Herrera viene de la mano de nuestra querida amiga Eva, nieta del artista, docente y pionero de la fotografía en Venezuela. Sus fotografías nos han cautivado, pero más aún su historia, su huella. En las lecturas que hicimos para realizar este perfil, que sin duda queda corto ante su trayectoria, nos encontramos con el dato de que en una oportunidad escogió como título para una de sus exposiciones “El paisaje es un estado de ánimo”. Quiero finalizar con eso,  y quedarme en ese estado de ánimo lleno de luz, sombras, detalles, minuciosidad y belleza que creó y recreó, a través del lente de una cámara, Carlos Herrera.

Adriana G.

Imágenes de: https://odalys.com/odalys/galeriadearte.php?expo_id=51

Referencias: https://odalys.com/odalys/images/exposiciones/Prodigio_de_la_fotograf%C3%ADa/cat_carlos_herrera_prodigio.pdf

Notas:

  • Vicente Emilio Sojo: 1887 –  1974.  Musicólogo, educador y compositor.
  • Eleazar López Contreras: 1883 – 1883 – Presidente de Vzla. 1935-1941.
  • Armando Reverón: 1889 -1954. Es considerado el gran maestro del arte figurativo moderno venezolano, y se cuenta entre los grandes maestros del arte latinoamericano. Durante su vida Reverón realizó una de las obras más originales y hermosas del arte moderno venezolano: paisajes, figuras, desnudos y autorretratos. Si bien fue amigo de los pintores del Círculo de Bellas Artes y participó en algunas las actividades del grupo, en 1921 se retiró a vivir en una rústica vivienda (El Castillete) en el Litoral Central de Venezuela, apartándose de la estética de los maestros del Círculo y de la Escuela de Caracas. Herrera lo admiraba y le retrató en tres ocasiones.
  • Erberhard Bühnen: Director de la División de Aerofotografía del Ministerio de Obras Públicas (1939), realizó las primeras fotografías aéreas en Venezuela.
  • Círculo de Bellas Artes de Caracas (1912 – 1920) una agrupación que estuvo integrada no sólo por artistas plásticos sino por poetas, narradores, periodistas y otros intelectuales
  • Alfredo Boulton (Caracas 1908-1995). Además de fotógrafo, es considerado el más importante historiador y crítico de Arte de Venezuela en el siglo XX. Fotografió paisajes, imágenes del folclore, costumbres y diferentes etnias  Venezuela y América Latina.
  • Ricardo Razetti: 1910-1961. Uno de los principales fotógrafos venezolanos. Su obra es de una gran variedad temática (imágenes populares, retratos, desnudos, paisajes, fiestas tradicionales, etc.). Es famosa su serie de retratos de Armando Reverón realizada en 1953.
  • https://prodavinci.com/en-1856-el-telegrafo-deslumbra-a-los-venezolanos/

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