Bella a las Once

Entrevista a Hilmar Marquez R, a propósito de la presentación de su poemario «Bella a las Once»

Dicen que quien tiene una hermana tiene un tesoro. Digamos, que es mucho más que eso, es un mapa, y que cada momento con ella es un pequeño tesoro que vas encontrando y guardando. Y que, un día, muchos años después, te das cuenta que todo ese tiempo juntas es la fortuna de tu vida. Hilmar es esa personita que un día, de repente, comenzó a formar parte de mi vida: es mi hermana.

Ella es mi pilar, en los malos momentos y en los buenos, porque las grandes noticias también hay que compartirlas, y sobre todo, celebrarlas. En eso somos más que expertas. Ella es mi compañera de hazañas, mi amiga, mi cómplice. Me importa su forma de pensar, espero su visto bueno, su aprobación para mi es esencial.

Somos seis hermanos y ella se ha destacado en sus estudios, tiene inclinación por la lectura y desde muy joven le gusta escribir, es algo que se le da de forma natural. Hoy, se desempeña laboralmente independiente. Es una mujer con un espíritu alto. Su experiencia profesional y personal la ha llevado por el camino de la escritura y a generar contenidos, es así, como Hilmar, decide presentar un poemario en un concurso internacional avalado por Amazon Kindle y como padrino Ismael Cala.

En un rato que tuvimos de tranquilidad en casa, conversamos sobre su decisión de presentar un libro de poemas, aquí las preguntas y sus respuestas:

¿Por qué poemas Hilmar?

H: Desde pequeña escribía en cuadernos las cosas que sentía, todavía lo conservo. Escribía sobre amores y emociones en general, era una manera de desahogarme. No tenía con quien compartir lo que sentía.

¿Qué significa el titulo de tu poemario Bella a las Once?

H: Cuando estaba pequeña antes de la adolescencia, recuerdo que en el jardín de la casa había una mata de esa flor, mi mamá siempre decía: “mira, es bella a las 11, son las 11 y 11” y sonreía. Es un bonito recuerdo que tengo de ella, ahora que no está, es una forma de visualizarla como si estuviera viva.

Los días previos a la fecha de inicio del concurso, no había definido nombre, ni siquiera me había inscrito y comencé a ver casi a diario siempre la misma hora en el reloj, las 11:11. Sentí que era una señal de mi ángel o de mi mamá para hacer algo trascendental y de pronto pensé ¡Hilmar es el libro, escribe el libro! Luego en la ducha un día recordé esos momentos con mi mamá, en el apreciábamos la matica de Bella a las Once del jardín. Ese día me inscribí en el concurso, busque la imagen y revise los poemas.

¿Qué esperas lograr con el libro?

H: Bueno antes de darle “guardar y publicar” en Kindle, no tenía ni idea del susto que daba publicar un libro, me preocupe al principio, pero luego una amiga me ayudo a ver qué mejor soltaba las expectativas, así que lo que deseo lograr es fluir en el presente y aprender de esta experiencia, para ir entendiendo las cosas y volver a publicar otro libro, uno mejor, con más fuerza y seguridad. Para mi es el comienzo de una gran aventura.

¿Tus poemas son muy apasionados, eran para alguien en particular? ¿Algún amor?

H: Sí, algunos si eran para algún chico, otros eran para el platónico, ese que las mujeres aunque lo neguemos deseamos que aparezca en nuestras vidas. Pero siempre he sido muy apasionada, le pongo ese ingrediente a todo, algún poema también puede estar relacionado con algo que observe en la calle y me inspiro. Soy muy observadora.

¿Sobre qué otro tema te gustaría escribir, aparte de poemas?

H: Me gustaría hablar sobre la vida, el empoderamiento femenino, incluso me gustaría hablar más sobre el amor, no como un todo sino como más bien una herramienta, un puente que puede llevarte a infinidad de lugares.

¿Si ganaras el concurso internacional, te irías de Venezuela?

H: Nunca ha estado en mi cabeza irme del país, soy una persona 100% optimista, creo que vamos a superar esta situación, porque es solo eso, una dura situación que nos han tocado vivir para aprender. Si yo ganara este u otro concurso, y viajara fuera de Venezuela por trabajo, publicidad o promoción lo haría también para llevar el nombre de mi país como bandera. Los venezolanos somos reconocidos por nuestro talento, por nuestra pasión, por nuestro carácter humilde, porque somos trabajadores y echados pa’ lante.

¿Crees que se puede emprender en Venezuela?

H: ¡Por supuesto! Hay mucha gente haciéndolo, creando cosas nuevas, trayendo soluciones, basta dar un paseo por los mercaditos de diseño, los mercados populares. Y no solo aquí, lo hacen fuera de nuestras fronteras y regresan. Hay productores nacionales, gente que trabaja independiente, que presta servicios de calidad. Venezuela tiene mucho que dar.

¿Cuál es tu siguiente paso?

H: Seguir preparándome, ya he hecho cursos en la escuela de escritores de Caracas y quiero hacer más, mejorar cada día. Continuar trabajando, me gusta escribir y en algunos casos se me da realmente muy fácil, modestia aparte. Seguir creando contenido para otras páginas web, conectar con las personas virtual y personalmente.

¿Qué le sugieres a las personas, que como tu quieren emprender o alcanzar sus sueños?

H: Que no se queden a esperar, que no permitan que el miedo los paralice, que escuchen lo que dice su corazón y vayan tras ello. A veces es complicado con tantos factores externos estimulando nuestros sentidos, pero todas las herramientas y el poder para lograr lo que deseamos incluso con la situación que atraviesa nuestro país, está dentro de cada uno de nosotros. Lo que hace falta es que encuentren ese poder y lo saquen afuera, como si encendieras una luz muy brillante.