Ya hemos comentado que en la actualidad gozamos de una cantidad de información que nuestras madres (y ya no digamos de nuestras abuelas) ni siquiera se acercaban a imaginar. Esta información, además, está al alcance de nuestra mano.
Esto es particularmente cierto con temas de lactancia, en donde cada vez hay más estudios, profesionales de la lactancia, etc. Ahora conocemos sobre los distintos brotes de crecimiento, que la leche materna es el mejor alimento para el bebé, que el amamantar no debe doler. Conocemos cuáles son los obstáculos más comunes y mediante cuáles herramientas sortearlos para llevar la lactancia a bien puerto.

Sin embargo, algo que he visto frecuentemente es cómo se usa toda esta información para llenar de culpa a muchas madres y de sensación de fracaso si no se logra, no se consigue, no se disfruta o no se quiere amamantar de forma exclusiva al bebé. Citando a @lamalamamapodcast ser una «buena madre no existe, es una imposición social», y «para el patriarcado la madre siempre será la principal culpable de que algo salga ‘mal’ con su hije».
Yo me pregunto si toda esta nueva información, más que liberarnos y darnos la oportunidad de tomar decisiones informadas nos está esclavizando con los supuestos «deber ser» y ese miedo/culpa de que algo salga mal en nuestros bebés por esas decisiones que tomamos.

En mi caso particular, me pareció que la lactancia fue difícil. A veces lo disfruté, a veces no. Tuve incluso una sesión con una consultora de lactancia que nos ayudó a extender la lactancia un mes y medio más porque mi bebé estaba en plena huelga de lactancia. (@prolactancia es una EXCELENTE consultora de lactancia, la súper recomiendo).
Pero no puedo negar que sentí bastante alivio cuando mi bebé poco a poco empezó a pedir más el biberón y menos el pecho. Un día fui con muchísima culpa a mi cita con la matrona y le dije «es que ya estamos dejando el pecho, cada vez le doy más biberón» y mi matrona se dio cuenta de cómo me sentía y me dijo «mira a tu hija, ¿tú la ves creciendo bien, no? Pues eso es todo lo que importa«.
Me sentí validada y confiada en que todo iba a estar bien. Porque cuando tú estás bien como Mamá, tu bebé está bien. No eres menos Mamá si no quieres dar LME a tu bebé, no eres más Mamá si lo haces. Puedes no querer dar en ningún momento, puedes querer dar lactancia mixta. Todos son válidos. Hay tantas formas de maternar como madres y bebés hay en el mundo.
Que la información te ayude a liberarte y a tomar la decisión que mejor se adapte a ti y a tu bebé, y no permitas sentir culpa por las decisiones que tomas y las cosas que escapan a tu control.
Y como dice @prolactancia «que la maternidad te sea leve».
Vanessa Piña.