Usuaria Ciudadana de Transporte Público

Bus Ciudadano

En realidad no soy usuaria regular del transporte público, pero me encantaría, no me gusta manejar, lo hago desde los 13 años y ya pasé del medio cupón, es comprensible. Mi padre y mi padrino eran de la opinión que había que saber manejar desde temprano, creo que para hacerles los mandados, se lo agradezco a los dos, soy buena al volante, reitero soy buena, no una corredora de F1, y cada vez más prudente, estaciono perfectamente de retroceso, hasta el sol de hoy mi mama me hace un reconocimiento público cada vez que me ve entrando en el puestico más pequeñito de cualquier acera, ¡gracias Padrino ¡

Aprendí a manejar en Maracay y me he desempeñado como chofer en Caracas, Barquisimeto y Maracaibo, incluyendo las carreteras, no le tengo miedo al carro, si a las carreteras, por lo malo de las vías y por la inseguridad. Hoy día está prohibido viajar de noche. Sin embargo cada vez manejo menos, si puedo irme con alguien, o como en estos días que mi carro se paró por reparación y repuestos, utilizo el transporte público.

Es decir, puedo tomar un autobús desde mi casa, lo agarro 3 cuadras más abajo, hasta mi trabajo, y me deja 2 cuadras antes de la oficina. En épocas de vacaciones no es ningún suplicio pues el Bus llega a la parada que me corresponde, aún vacío, lo que me permite ir sentada cómodamente, cuando no me toca un Bus Chirrim, o sea uno de los viejitos destartalados y con el mensaje de rigor en el vidrio de atrás o en todo el autobús – “Gracias Divino Niño”; “Te deseo el triple”; “Nicanor” -, y así. Los venezolanos y muchos turistas saben a lo que me refiero. Tengo un amigo extranjero que cuando vio los autobuses en Caracas le parecieron graciosos, fue lo menos, no se tenía que montar en ninguno. Hay que reconocer que han ido mejorando el parque de unidades de transporte, por lo menos en Caracas. No he pasado tanto trabajo en las últimas oportunidades que me ha tocado ser usuaria ciudadana.

Bus Usuaria

Porque eso sí que tiene el transporte público en mi país, te pone a pasar trabajo. Tomar un Bus en Venezuela es de gente inteligente, descubrir cuál es el que te va a llevar a donde, es de gente con mucha destreza y visión en el sentido literal de la palabra, porque lo que realmente identifica un autobús en Venezuela es un cartel que lleva al frente en el vidrio indicando hacia donde se dirige, para ello hay que agudizar la vista, estirar el cuello para lograr ver el aviso del bus que viene a toda velocidad o está tapado por otro bus que no es el que te conviene, si atinas a leer la ruta y el conductor te hace el favor de pararse, ya es un logro. El caso es que no hay manera de identificarlos con un número, o un color, o una parada, o nada que se le parezca.  Por ejemplo, el día que me tocó tomar el autobús para mi oficina, como gente inteligente comencé a anunciarlo desde el día anterior, ya sabía que el carro iba para el taller, asi que conté con la experiencia de alguien en la oficina, – Yo sé que por ahí pasa uno que te deja en la cuadra de atrás –, con eso ya tenía la pista que necesitaba, puesto que en internet mi procura de información como compete a estos tiempos, fue infructuosa. Y que era lo que ya  había hecho para movilizarme en  algún otro país del primer mundo, en donde SI HAY un diseño estructurado de transporte público y que cuando llegas al país en cuestión, la información, identificación y señalización funcionan.

Entonces al día siguiente me fui a la parada ya identificada con anterioridad y le pregunté a cualquiera – ¿Qué autobús debo tomar para ir a…….? – Y la experta en esta ocasión – El del letrerito amarillo arriba te deja ahí – , y así fue, sé con toda propiedad que únicamente el autobús del letrerito amarillo arriba, el que si puedo ver en la distancia me deja a dos cómodas cuadras de mi oficina. Me siento poderosa con esa información, me faltaba el retorno, y en el mismo bus hice la consulta, y para mi alegría y beneficio, la unidad de retorno sale de su parada inicial de un lugar a 4 cuadras de mi oficina. Mi contentura radica en que como es la parada inicial, hay la oportunidad de hacer una fila (siempre hay que hacer una fila o cola) para ir sentada, porque la otra fila es para los que no les importa ir parados. Obviando los días lluviosos, que en cualquier parte del mundo complican tomar el transporte público; un desperfecto eventualmente del Bus; la enorme cola para ir sentada en las horas picos, que puede tomar un tiempo considerable; que el autobús este lleno; o el tráfico caraqueño. Tomar el bus no es tan complicado para hacer el trayecto cotidiano, y como les dije, no me gusta manejar, así que lo disfruto.

Otro medio de transporte público que a veces tomo es el Metro, me parece el mejor, por aquello de que SI HAY información. Quienes conocimos el metro en el siglo pasado o a principios de siglo, disfrutamos de un buen y seguro servicio. Hoy día eso ha cambiado, no se ha actualizado el metro, es insuficiente para la población y de paso la inseguridad es un punto en contra. Hay cada vez más historias de atracos y suicidios en el Metro, lo que me cuesta entender, lo de lanzarse a los rieles, esto último complica todas las rutas.

Me gusta llevar siempre un ticket de metro en mi cartera, puede que lo vaya a necesitar, y si no es en horas pico, me atrevo a usarlo con su debida precaución, sin duda es una de las mejores opciones para ir al centro de la ciudad. Las historias de episodios y personajes en el metro dan para mucho, que las cuente un usuario regular.

Mi punto en este artículo es que sin ser tan extremos como los dos artículos que se me atravesaron cuando procuraba las ilustraciones para este, no hay que prostituirse, ni sentir que te van a matar por un pisotón, es que el transporte público en Venezuela es una calamidad, tanto el urbano como el suburbano y el internacional, pero esos son otros cuentos.

Sonia Marìa

2 comentarios sobre “Usuaria Ciudadana de Transporte Público

    1. Patricia, el souvenir maracucho, esta es tu casa y nuestra tertulia. Cuento con tu sabiduría marabina para ilustrar a la audiencia. Recuerdo al «dalero» por referencias ya que esa experiencia del 5to tipo no la viví en Maracaibo. Te Consultaré la de «espada con esparda» y otras más.
      También contamos con tus referencias literarias, máximas lapidarias y recetas propias o prestadas.

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