Hace poco una de nuestras editoras, Sonia Pérez, me comentó sobre Odín Dupeyron. No tenía idea de quien era, pero Sonia me envió un video. A los pocos minutos de verlo quede enganchada con una frase de Odín: “tenemos un exceso de pensamiento mágico pendejo”. Para bordar la sentencia, Odín remató: “deja de decretar, si quieres algo párate y mueve el culo”.
Lo que escuchaba decir a Odín no era el resultado de una condición suya superdotada, no hablaba de una verdad oculta que se revela en el nirvana. A lo que se refiere y repite en sus espectáculos, libros y conferencias Odín Dupeyron, es al sentido común, esa facultad que poseemos la generalidad de las personas para juzgar razonablemente las cosas.
Pero el sentido común, lejos de ser hoy día una facultad, una capacidad general o más o menos regular en todos, ha pasado a ser un don divino, una condición casi extraordinaria. Lo que hace a la mayoría vivir con una discapacidad notable para discernir y a unos pocos vivir con un don que les hace gurús, unos con buenas intenciones, otros con buenas intenciones y excelente campaña de marketing y un grueso, que mutan en estafadores del alma y andan por el mundo haciendo de su sentido común un culto.
En el primer grupo ubico a mucha gente, que armados de su sentido común y buenas intenciones, captan a numerosos seguidores ávidos de tips y recetas prácticas para vivir mejor. Dominan sus herramientas y están genuinamente interesados en los demás, no están interesados en darse a conocer y se concentran en su labor, sin mucho alboroto alrededor.
En el segundo grupo ubico a aquellos motivados por el bienestar general y ciertamente interesados en crecer a la par que sus pupilos, pero que además de su sentido común activo tienen un talento en el que destacan, el de la oportunidad, reforzando ambos dones con todo un andamiaje de publicidad y mercadeo. Son aquellos que han entendido que “lo que no se muestra no se vende”. Bien documentados hacen de su sentido común una genialidad, que reproducen en redes sociales, libros, folletos e insumos que certifican su capacidad de ver lo que es para otros es tan difícil de discernir, disminuida su capacidad por falta de uso.
Viven pues de motivar a los demás ya sea con una práctica, una filosofía, la escritura, etc. Pero aunque depende de la discapacidad general de llegar a ciertas conclusiones, tienen un talento probado, que administran por supuesto con sentido común, lo que les permite diversificarse y no caer en la farsa y el irrespeto. Son responsables y coherentes con lo que dicen y hacen. Son generalmente prudentes y se cuidan de no comprometer su prestigio.
Yo no voy a dar ejemplos o nombres ni en esta ni en ninguna categoría. Si su sentido común se lo permite vaya ubicándolos según corresponda. Si a la altura de estas líneas Ud. se siente identificado con cualquier bando señalado, no se incomode, hasta aquí venimos unos mas capacitados que otros, pero todos con muy buenas intenciones, de parte y parte que la responsabilidad no es solo del que emite sino del que consume.
En el tercer grupo están aquellos cuyo único talento es mercantilizar la discapacidad, el agobio y la congoja ajena. Su sentido común no es tal, lo que realmente poseen es un radar, que les ubica ante aquellos que nacieron para ser guiados y su experticia es convertir esto en un culto y ese culto en dinero. Son aquellos que viven pues de lo que Odín Dupeyron atajó muy bien: Un exceso de pensamiento mágico pendejo.
Lo que ellos mercadean es el “hágalo fácil” que su discapacidad les pone en bandeja. Quienes les dictan el tutorial son charlatanes. Se mueven en diferentes disciplinas, pueden ser desde un político hasta un escritor, religiosos, metafísicos y pare usted de sufrir, como reza el slogan de una iglesia que promete salvación eterna. Generalmente le venden una muy mala solución.
Si usted solo se alimenta de semillas de chia y quínoa, leche de almendras y té verde. Si usted decreta, cancela y trasmuta. Si tiene más de 10 amuletos chinos, entre lotos, pakua, patos, gatos, campanas, etc. Si su único tema de conversación es aquel que le prodiga su guía y además lo vende cual panacea universal a los demás, rayando en la insistencia. Si está remodelando su casa porque el mapa Bagua le indica que todo está al revés. Si ha dejado de hacer algo porque no tiene la instrucción del oráculo, usted tiene un problema para discernir cuando parar, su sentido común no está emitiendo las señales de alerta adecuadas y de no usarlo quizá se halle atrofiado. Por ende Ud. tiene una discapacidad para separar la buena intención del engaño y consumir lo que ya dejó de ser una herramienta, para convertirse en una estafa.
Piénselo, algo en su radar, muy débilmente activo, le indica que dejó de VIVIR, con mayúsculas, y está viviendo en chiquitico. Si el tono le parece algo sarcástico y pesado no se altere, piense en mi como una aguafiestas y acelere su discapacidad asistiendo a una conferencia de algún arquitecto del destino. Se sentirá reivindicado y socialmente aceptado.
Salga, mueva el culo, cáigase, enamórese de Ud., equivóquese, consígase, ría, cante. Sea serio con su propia existencia, responsable de su pesar y su gloria, dueño absoluto de lo que siente. Baile, lea, piense y viaje. Converse con los demás y escúcheles, nada repara más el alma herida que ayudar de fe y genuinamente a otros, regálese el amor y la humildad hacia otros.
Tome té verde para sentirse bien y porque es antioxidante; leche de almendras y quínoa porque son saludables, pero no los haga una dieta exclusiva para ser más bella. Haga el mapa Bagua de su casa y si el baño está en la coordenada incorrecta ríase de su mala leche y ponga una matica, que esa receta no falla.
No sea parte de otro culto que no sea el de la buena actitud. No haga más decretos, busque el ejercicio de su razón y corazón. No se proponga ser feliz: ¡sea feliz!
Aquí y ahora con lo que tenga, proyecte lo que desea, nutra su mente de un optimismo saludable y razonable. La felicidad no se encuentra más allá de su propia capacidad para comprender que en la vida nada es ETERNO, ABSOLUTO E INMUTABLE, el cambio es la única constante y aprender a llevar la vida con esa certeza es el único amuleto que le hará falta para ser feliz.
Adriana G.
Odín Dupeyron : @Odin_Dupeyron en Twitter, Grupo Odín Dupeyron en Facebook.
[…] Empezamos por acotar, como en la primera ocasión, que la genialidad de la frase no es nuestra, le pertenece al actor, escritor, director y productor mexicano Odín Dupeyron (@Odin_Dupeyron), y el contexto en el que la usamos la primera vez lo pueden revisar en https://multisapidas.wordpress.com/2015/10/15/exceso-de-pensamiento-magico-pendejo/ […]
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RESULTA QUE LO HE VUELTO A LEER Y ME SIGUE RESULTANDO UN TEXTO DE UNA FACTURA TREMENDA, DESEDE SU TINO MISMO HASTA LA MANERA EN QUE LO HAS ESCRITO MI ESTIMADA ADRIANA. GRACIAS
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Muy agradecida por tus palabras.
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Así es entonces… mutuo. Gracias.
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Siempre bienvenido !!😉
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Reblogueó esto en multisápidas.
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Es mucho más fácil seguir como un borrego instrucciones sin entender, vivir por vivir, hacer porque el otro hace… te quita la enorme responsabilidad de decidir por tu propia vida, de las consecuencias de cometer errores… yo creo que no es tanta falta de sentido común sino comodidad, porque hacerse responsable de la propia existencia es una tarea que da tantas alegrías como sinsabores y la realidad es que no todo el mundo está dispuesto a vivir. Vivimos entre zombies de la conformidad y este país es un claro ejemplo de lo peligroso que es.
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Sin duda la apatía y la comodidad juegan un papel en esto. Es otro angulo y un enfoque que vale la pena ahondar Nëss.
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Excelente Adriana, todo en su justa medida es lo ideal, el cultivar tu propio sentido común te da eso, ni un exceso de pensamiento mágico pendejo, ni tampoco otro exceso de pensamiento racional y realista, igual de pendejo, éxitos!
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Gracias por la visita Rafael y por participar.Tu casa y nuestra tertulia.
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» La felicidad no se encuentra más allá de su propia capacidad para comprender que en la vida nada es ETERNO, ABSOLUTO E INMUTABLE, el cambio es la única constante y aprender a llevar la vida con esa certeza es el único amuleto que le hará falta para ser feliz.»
Cierto – Muy Cierto – Ciertisimo – Todos los días cambiamos – Quinta Ley Universal Inmutable
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Cierto Mercedes, el cambio es una ley universal. Adaptarnos nuestra mejor herramienta para vivir con ellos. Gracias por leernos y participar.
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Me encantó, estoy de acuerdo contigo en que todo depende de nuestra actitud… A mover el Culo!
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Le estoy bajando al PMP, pero soy decretadora por naturaleza y le pido siempre al universo….
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